miércoles, 5 de septiembre de 2007

La apatía es como un estado de suspensión por criogenia. Cosas suceden alrededor de uno, pero el cuerpo no responde a los impulsos de la mente. Es un enemigo obstinado y tiene la casa rodeada, amenazando constantemente con sacarnos a empellones de nosotros mismos, desmoralizándonos con música de Wagner a todo volúmen a través de las ventanas rotas del cuerpo. La apatía es un estado de anemia emocional, una avalancha de estímulos cuya suma produce un silencio de lo más ensordecedor.

2 comentarios:

p dijo...

será entonces como una fuerza centrífuga, que te deja aplastado contra la pared?

"antes de aburrirme, prefiero sufrir" dijo charly garcía...
antes de aburrirme, prefiero vivir, digo yo.

Radio AM. dijo...

Creo que coincido con Charly.