jueves, 20 de septiembre de 2007

De mañana mi cuerpo entero era una canción invadiendo mi cabeza, como una radio interfiriendo a otra, pero ambas radios eran mi pensamiento y la canción era Pictures of Johanna. Y luego encontré, en Internet, unos poemas en prosa absolutamente brillantes y hermosos y ajenos a toda polución intelectualoide. Me desbordó esa sensación de karma del escritor que experimenta a un mismo tiempo dicha, por la belleza que le es develada, y el horror mudo de sentir que esa belleza le es inalcanzable por medios propios. Supongo que así se sentirá un pingüino viendo volar a las gaviotas.

A algunos la poesía les nace alas; a otros nos presta plata para el pasaje de avión.

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