martes, 2 de octubre de 2007

A veces, cuando escribo, tengo toda la intención de hacerlo bien.

Y la verdad es que no creo que se pueda QUERER escribir bien. Al contrario, se me ocurre que, de hecho, todo acierto literario es en gran medida providencial.

No es que no crea en el mérito -ojo al piojo- pero creo que el mérito es pura preparación. La valía de la cultura y la experiencia adquiridas se reflejan mejor en el entrenamiento de un artista que en su misma obra, que desprovista de lo imprevisible puede ser estructuralmente perfecta, pero nunca buena (y mucho menos entretenida, válgame).

Pensándolo bien: no quiero que mi obra sea como esas mujeres que solo sirven para ser miradas.

Prefiero escribir apasionadamente y esperar con inagotable paciencia la visita del genio. Y si el genio nunca viene, al menos sabré que me esforcé por ser un artesano y no un simple traficante de palabras.

3 comentarios:

t O L a dijo...

toutalli agrí !!

la iMM-piracíon nos manipula también de una manera, che...

haha

che, me encanta esa pintura que tenés puesta arriba a la derecha...
me siento así por dentro, pero no me suena a melancolía sino a belleza en su más puro sentido...

(awante la libre interpretación)

bezoto!

Agora que sé te llegan los posts, soy frí de seguir postiando onde sho queira.

Radio AM. dijo...

La pintura es de Vincent Van Gogh (fan jujjjj, como dicen los holandeses que se pronuncia).

Creo que se llama "Noche Estrellada".

A veces me pasa que la belleza de algunas cosas me supera, o supera mi capacidad de recibirla. Siento algo parecido al principio del llanto, pero sin ninguna causa de llanto, lo cual es muy agradable.

t O L a dijo...

¡Qué buena forma de describirlo, eh!!

((sos todo un imagista, veo))

(((me refiero a lo de la belleza)))